La OIM, OACNUDH y UNODC unen esfuerzos para fortalecer la gestión humanitaria de fronteras en México y Centroamérica
29 NOVIEMBRE, 2024. ESQUIPULAS, GUATEMALA: En 2023, más de 500,000 personas migrantes ingresaron a la región centroamericana a través del Darién, en Panamá, cifra que supera la suma de los últimos diez años juntos. Este aumento en el flujo migratorio plantea una serie de desafíos en términos de protección de los derechos humanos, gestión y seguridad de fronteras, así como el enfrentamiento de delitos transnacionales, como la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, especialmente en contextos de crisis.
Ante este panorama, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en colaboración con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), llevan a cabo acciones dirigidas a la gestión de fronteras, con el fin de proveer los procesos necesarios para el fortalecimiento de capacidades de los gobiernos para mejorar su preparación y establecer mecanismos de respuesta adecuados en caso de flujos masivos y repentinos de migrantes, para proteger a quienes cruzan las fronteras, al mismo tiempo que se garantiza el mantenimiento de la seguridad nacional.
En el marco de este esfuerzo interagencial, del 25 al 29 de noviembre de 2024, se llevó a cabo en la ciudad de Esquipulas, Guatemala, una capacitación conjunta sobre este tema. Veintidós funcionarias y funcionarios públicos responsables de la gestión fronteriza de México, Guatemala y Honduras participaron en la formación, que incluyó contenidos teóricos, herramientas prácticas para su trabajo y el conocimiento de procedimientos operativos desarrollado por las autoridades guatemaltecas en Esquipulas. La visita de campo les permitió conocer de primera mano las organizaciones públicas, privadas y no gubernamentales que forman parte de la respuesta a la población en tránsito.
Entre las acciones de seguimiento se contempla el fortalecimiento de las redes consulares de asistencia, la articulación entre las instituciones y organizaciones para la respuesta local y el intercambio de buenas prácticas para personas migrantes en tránsito. Además, se destacó la necesidad de continuar fortaleciendo las capacitaciones conjuntas entre países, a través del desconocimiento de mecanismos de gestión de flujos migratorios que es una brecha para la asistencia humanitaria en fronteras.
Este esfuerzo está directamente ligado al cumplimiento del Pacto Global para la Migración Segura, Ordenada y Regular, particularmente al abordaje y reducción de las vulnerabilidades de la migración (objetivo 7) y gestionar las fronteras de manera integrada, segura y coordinada (objetivo 11). La actividad fue coordinada por el Programa Regional sobre Migración (WHP) de la OIM, financiado por la oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos.